27 Feb

Educación de cachorros: Cómo Mate aprendió a ser un perro tranquilo y feliz

La educación de cachorros es clave para prevenir problemas futuros y ayudar a que los perros crezcan felices y equilibrados. Este fue el caso de Mate, un bichón maltés de 6 meses que vivía en un camping con su responsable, una persona que convivía por primera vez con un perro.

Mate mostraba comportamientos típicos de un cachorro: pedía atención constantemente, ladraba a cualquier cosa que pasara por la puerta de la caravana, tiraba de la correa, y no hacía caso cuando estaba suelto. Además, gestionaba mal la soledad y era muy reactivo en terrazas y paseos. Su responsable, aunque muy pendiente de él, se sentía un poco desbordada.

Diagnóstico

El caso de Mate evidenció la necesidad de establecer una buena base en su educación. Los problemas principales eran:

  1. Falta de límites claros adaptados a su lenguaje canino.
  2. Estrés por una alta demanda de atención.
  3. Falta de aprendizaje sobre la soledad y gestión de paseos.
  4. Alimentación que podía mejorarse para potenciar su bienestar.

Todo esto formaba parte de los retos normales de tener un cachorro, pero con un plan bien estructurado, su responsable podía ayudarle a crecer como un adulto equilibrado.

Plan de acción

Paso 1: Enseñar el lenguaje corporal de Mate.
Se trabajó con su responsable para que entendiera cómo leer las señales de Mate y cómo ponerle límites sin usar gritos ni castigos. Esto ayudó a reducir las demandas de atención y a gestionar mejor los momentos difíciles.

Paso 2: Gestión integral del paseo.
Se ajustó el material de paseo (correa y arnés adecuados) y se trabajaron ejercicios para reducir los tirones, fomentar el olfateo y gestionar los encuentros con otros perros de forma positiva.

Paso 3: Practicar las llamadas.
Comenzamos con ejercicios simples para que Mate aprendiera a acudir cuando se le llamara. Esto aumentó la confianza de su responsable para dejarlo suelto en entornos seguros.

Paso 4: Reducir miedos y reacciones.
Mediante ejercicios de desensibilización y contracondicionamiento, Mate empezó a sentirse más tranquilo ante personas, ruidos y otros perros.

Paso 5: Aprender a estar solo.
Trabajamos en la soledad progresiva, enseñándole a quedarse tranquilo mediante juguetes interactivos y recompensas positivas.

Paso 6: Alimentación adecuada.
Se revisó su dieta, planteando la opción de comida natural y explicando los beneficios de ciertos suplementos para su desarrollo físico y emocional.

Paso 7: Juegos positivos.
Se enseñó a su responsable qué juegos eran beneficiosos para el aprendizaje de Mate y cuáles era mejor evitar para no reforzar comportamientos no deseados como morder o saltar

Resultados

En dos meses, Mate experimentó un cambio notable:

  • Sus ladridos se redujeron considerablemente, tanto en el camping como en la ciudad.
  • Su responsable ganó confianza y pudo dejarlo suelto en entornos seguros.
  • Los paseos se volvieron más tranquilos y disfrutables.
  • Su nivel de estrés disminuyó al aprender a estar solo y tener una mejor alimentación.
  • Los comportamientos molestos, como morder o saltar, se gestionaron con juegos adecuados.

Lo mejor de todo fue que su responsable, al ver los primeros resultados, se motivó a seguir trabajando para que Mate sea un adulto equilibrado y feliz.

Conclusión

La educación de cachorros es esencial para construir una relación sana y equilibrada entre el perro y sus responsables. La historia de Mate demuestra que, con un plan adecuado y técnicas positivas, es posible superar los retos iniciales y sentar las bases para un futuro feliz.