03 Dic

Wanda es una mestiza de 3,5 años, que fue adoptada con 2 años después de una etapa de maltratos. Es una perra con muchos miedos que los demuestra ladrando a casi todo, está empezando a ser reactiva a perros, lleva mal la soledad pese a haber otro perro en casa.

Acompañando  a ese cuadro de estrés y miedos, sufre de diarreas recurrentes y está tomando un pienso hipo alergénico después de pasar por varios piensos.

Al igual que nos pasa a nosotros cuando estamos bajo un estrés prolongado, lo primero que empieza a fallar es nuestro sistema digestivo, y luego el inmune. Es decir, tras unas vivencias prolongadas y estresantes, podemos tener diarreas, gastro enteritis, nuestras defensas bajan y podemos enfermar con más facilidad.

Lo mismo pasa a los perros. Si Wanda ha tenido un inicio de vida complicado, y va desarrollando cada vez más miedos, su cabeza le hace estar en un estado permanente de alarma, con el coste que eso significa a nivel de salud.

Por ello, en este caso, a parte de reducir estrés y gestionar sus miedos, es muy importante (siempre lo es, pero en este caso más si cabe) abordar la alimentación. Un pienso hipo alergénico solo es un parche que hace que temporalmente todo vaya bien. Pero no estamos actuando sobre la causa (tracto intestinal inflamado por carbohidratos y azucares de los piensos).

El pasar a comida natural y usar suplementos ricos en omega 3, hará que al cabo de pocas semanas, el sistema digestivo de Wanda vaya mucho mejor, y que su comportamiento también mejore.

Los paseos de Wanda cambiaron radicalmente con solo una cosa: una correa larga de unos 3 metros. A veces que el perro tenga libertad de movimientos y sin tensión en la correa, hace que se sienta mucho más tranquilo y que tenga capacidad para gestionar correctamente su comportamiento antes estímulos: perros, gente, coches, bicis….

Sus miedos los fuimos trabajando en casa con circuitos olfativos y exposición controlada a ruidos para que fuera estando más tranquila y con más seguridad para afrontar después los ruidos de la calle