Adolescente miedoso y reactivo
Coco es un border Collie de año y medio que vive con una familia de tres hijos ya mayores. Tiene miedos diversos, se come todo lo que pilla, incluyendo calcetines, es reactivo a bicis, coches, gente corriendo, a los ruidos de fuera de casa y lleva mal las visitas a casa. De hecho a mí el primer día me estuvo ladrando un rato y estuvo cerca de marcarme o morderme.
Es un caso claro de adolescente totalmente excitado y con miedos casi generalizados. Por parte de sus responsables se usaban conceptos de dominancia que no hacían más que ir acrecentando el problema. Por ello lo primero en lo que me centré fue en explicar que es el estrés y el miedo en perros y que actitudes nuestras lo provocan. Más allá de esperar que me crean lo que digo, les pedí que se dieran la oportunidad de hacer las cosas de manera distinta, y de experimentar por ellos mismos como el comportamiento de Coco iría cambiando poco a poco.
Afortunadamente me encontré una familia muy comprensiva y dispuesta a trabajar por el bien del border. Hubo que tocar muchos temas: paseos, comida, relación con ellos, gestión de los miedos…
En pocas semanas se empezaron a notar cambios y poco a poco se podía pasear Con Coco sin que éste reaccionara a los coches o motos aunque fuéramos al lado de la carretera. También fue superando sus miedos. Por ejemplo no se metía en el ascensor o no quería bajar por unas escaleras al merendero.
Todavía quedaba controlar lo de no coger cosas del suelo, pero con la dedicación de sus responsables, estoy seguro lo lograrán.
Detrás de todos los comportamientos de Coco estaba el estrés y el miedo. Según vamos mejorando sus rutinas y cambiamos nuestra actitud, ellos mejoran. Si nos cegamos en cosas como que somos los líderes y tienen que obedecer y obviamos los miedos que están detrás de sus comportamientos, poco tenemos que hacer.