12 Abr

No acude a la llamada

Kira es una podenco de 6,5 años, adoptada hace 4 tras unos episodios de maltrato. En casa se porta bien, pero en la calle no hace caso, casi no se relaciona con perros, tira mucho de la correa y no acude a la llamada.

Después de analizar el día a día de Kira me di cuenta de que el hecho de dormir en la terraza, aunque tuviera su caseta y todo perfecto, no la ayudaba nada. Es decir, es una perra con miedos y el hecho de pasar 8 horas diarias expuesta a los ruidos de un patio interior y sin el contacto o al menos el poder saber dónde estaban sus responsables, era un estresor importante en su vida.

El hecho de dormir fuera, se debía a una cierta alergia de uno de los miembros de su familia humana. Entre todos se acordó que durmiera en su cuna del salón, para así al menos no estar tan expuesta a ruidos. De esta manera Kira podía descansar mejor, y eso se notó en su comportamiento.

Después de cambiar más cosas (alimentación, rutinas de paseos, juegos…) Kira empezó a estar más tranquila  y pudimos empezar a practicar la llamada con éxito.